jueves, 13 de enero de 2011

Ayuda gratuita

Mientras tomo algo en la cafetería del conservatorio(en uno de los pocos momentos que tengo en mi día para sentarme y descansar), veo algo bonito que me hace recordar. Una niña, de unos nueve o diez años, haciendo los deberes con su madre al lado.

Directamente viajo a mi pasado, pero esta vez tengo otra perspectiva.

Cuando esa niña era yo y mis padres me ayudaban con los deberes, me traían y me llevaban, no tenia conciencia del esfuerzo que hacían por mi. Me limitaba a hacer el mío propio (que no era moco de pavo): ir al colegio, adelantar deberes, salir corriendo, llegar al conservatorío y meterme allí toda la tarde, aprender a bailar, volver a casa y seguir con las tareas para después, por fin, caer rendida en la cama. Pero con esa edad, nunca me paré a pensar que no era yo la única persona que vivía mi vida.

Mis padres,sobre todo mi madre(que en esa época no trabajaba) vivía mi vida casi mas inténsamente que yo. ¡Cuanto me ayudaron! Se adaptaron complétamente a mi. Su vida era yo. Nunca dudaban. Si yo estaba segura de lo que quería, se esforzaban casi tanto como yo para que mi vida tomara la forma que elegia.

Nunca fui una niña consentida. Ellos me enseñaron bien las diferencias entre los caprichos y las cosas importantes. A pensar por mi misma. A saber que es lo que quiero y a luchar por ello. A disfrutar de lo que hago y a darme cuenta de lo afortunada que soy por lo tengo y por las cosas que he conseguido. Me enseñaron a vivir. A ser la persona que soy ahora.

Era una niña curiosa y cuando preguntaba,solían decirme: "lo entenderás cuando seas mayor". Odiaba esa frase, pero ahora comprendo. Sin ellos y sin ese desarrollo no me habría sido posible hacer muchas de las cosas que eran y son, todavía, importantes en mi vida . Soy feliz y la mayor parte de la culpa es suya. De unas personas anónimas para el mundo pero importantísimas para mi.

Los hijos solemos andar siempre con quejas y exigencias y no nos acordamos de esas personas que, por encima de todo, nos han criado sin pedir nada a cambio. Así que, hoy me toca a mi pensar en ellos y darles las gracias no solo por darme la vida, sino también por enseñarme a utilizarla.

3 comentarios:

  1. Que bonito Sara!eres muy afortunada y tus padres también:)gracias por regalarnos tu arte guapaaaaa!

    ResponderEliminar
  2. Precioso de verdad, tengo un hijo de 7 años y para mi seria una emoción indescriptible que dentro de 20 años redactara un texto como el tuyo. Definitivamente tus padres hicieron un buen trabajo.
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. :) Muchisimas gracias!
    Besos para todos!

    ResponderEliminar