jueves, 31 de marzo de 2011

Tarde de abril.

La escasa luz de la tarde se reflejaba en los charcos. Suave olor a arena mojada. Movimiento en las copas de los árboles. Ese ruido que te mece...

No quedaba nadie. Solo ella.

Sentada en un banco, las gotas de lluvia refrescaban su piel cálida. El pelo mojado se le pegaba al cuello y al rostro. La camiseta se transparentaba un poco y los vaqueros, empapados, ya no se veían claros. Sus pies estaban calados dentro de los zapatos, pero no era desagradable.

Con la mano, se apartó el pelo de la cara. Alzó los ojos negros, profundos, y lentamente, sus labios formaron una sonrisa...

sábado, 12 de marzo de 2011

Contenedor de mundos

Abro bien los ojos, agudizo mis sentidos, respiro profundamente y me preparo.

Aquí estoy. En ese lugar en el que el tiempo pierde su sentido. En el que se pueden comprender experiencias que aun no has vivido. Donde puedo crear y destruir, hacer y deshacer, ser o interpretar... Donde puedo percibir mejor las sensaciones de los que tengo al lado. Donde más viva me siento.

Contenedor de mundos. No hay límites. Todo puede ocurrir. Lo real y lo irreal se funden. La linea que lo separa se disuelve. El público sale de su mundo para meterse en otro, cualquiera que se haya propuesto. Aquí las ilusiones cobran vida.

Me encuentro en ese lugar en el que solo hay que abrir la mente y dejarse llevar. Hay tantas posibilidades... Los esquemas del universo pueden romperse. Puedes sentir reales cosas que no existen. Las palabras no bastan para definir este lugar infinito.

El calor de los focos, el olor a escenario, el silencio que viene antes de una función, los nervios que te acarician el estómago. Euforia, responsabilidad, emoción, libertad y control. Mezcla adictiva. Llena de ganas, de energía, de vida, abro bien los ojos, agudizo mis sentidos, respiro profundamente y me preparo. Empieza el espectáculo.