domingo, 18 de diciembre de 2011

Maquina de cambio

Como en los dibujos animados cuando esos nervios que revuelven la tripa y aceleran el pulso hasta que sientes como la piel se estira porque el corazón se sale del pecho. Esas ganas de vivir que hacen que los pies bailen solos. Ese grito de dolor que arde dentro. Ese ser interno que cosquillea el cuerpo de un lado a otro llenando de mariposas el estómago y provocando cortocircuitos y estallidos...

Ira, pasión, dolor, amor, cariño, sufrimiento... Emociones recortadas y reducidas hasta límites insospechados para encajar en esquemas que forman parte de una sociedad, una cultura, una educación, una vida... Restos de emociones potentes que nos muestran solo una pequeña parte de lo que son capaces de provocar físicamente... Pero están bajo control.... Tan controladas que apenas somos capaces de identificarlas... Escuálidas. En los huesos. son simplemente su esencia, pero como entes vivientes, tienen necesidades.

Un grito de dolor necesita ser gritado, sacado fuera, mostrado al mundo. Una carcajada escandalosa de sincera felicidad necesita ser expresada con sus correspondientes lágrimas mientras se patalea en el suelo... Pero no queremos verlo, no queremos vivirlo en nuestro interior. Nos límitamos a encajar en unas normas que no van, en absoluto, con nuestra naturaleza animal. no somos conscientes que debajo de nuestra ropa existe un ser vivo, un cuerpo que no tiene necesidad de pedir ningún permiso.

La vida es ese ser que corre por nuestras venas, sensible a cada movimiento de la tierra, provocando todo tipo de sensaciones y hablándonos desde la más pura naturaleza. Debemos agudizar nuestro oído interno para poder escuchar lo que nos dice. Para entender que es el cuerpo quien realmente sabe de emociones, quien reacciona a ellas de una forma instintiva y natural y quien disfruta de ellas por muy hirientes que sean. Debemos devolverle ese control salvaje por que es el cuerpo la maquina de cambio que transforma en tangibles y visibles esos sentimientos que se mantienen ocultos para aquellos que solo saben ver con los ojos...